Es el templo Budista más grande del mundo y uno de los lugares más mágicos de Indonesia. Una de las formas más típicas de visitarlo es hacerlo al amanecer, definitivamente una experiencia que merece la pena.
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El templo se encuentra a 40 km de la ciudad y se tarda aproximadamente 1 hora, 1 hora y media dependiendo del trafico.
Cómo ir:
Transporte público: Es la forma más barata pero seguro tardes más y te vuelvas un poco loco hasta llegar, sobretodo si queres ver el amanecer. Te podes tomar el colectivo número 2A o 2B hasta la Terminal Jombor. Luego debes tomar otro hasta el Borobudur.
Precio: $USD 2,5
Taxi privado: Podes arreglar para que te lleve a ver el Bodobudur al amanecer y luego te lleve al Prambanan. Nosotros hicimos esto y nos cobró $USD 35 ($500.000 rupias) Por lo que estuvimos averiguando es posible regatear un poco más el precio, pero nunca aceptes por mas de $500.000 rupias.
A nuestro driver lo encontramos en una pagina de internet y lo contactamos por whatsapp la noche anterior. Lo recomendamos 100% por eso les dejamos su número de whatsapp: +6287738156831. Se pueden contactar por ese medio diciéndole qué día desean hacer la excursión.
Precio: Entre $USD 28 y $USD 35 ($400.000 – $500.000 rupias). Tene en cuenta que esta opción es por una camioneta completa que pueden ir hasta 6 personas.
Tour: Podes contratar una excursión privada que te lleve al Borobudur y al Prambanan.
- Entrada General: $USD 26
- Entrada con carnet de estudiante: $USD 15
- Entrada infantil (hasta 10 años): $USD 15
También existe la opción de comprar una entrada combinada que incluye el templo Borobudur y el Prambanan y cuesta $USD 39. Es más barato que comprar las dos por separados, pero no es valida para ver el amanecer.La entrada del amanecer incluye un desayuno buffet espectacular al que accedes una vez que salir del templo.
Es el monumento más grande en honor a Buda, fue levantado entre los años 750 y 850. Lo más curioso es que quedo en el olvido durante siglos bajo las cenizas de una erupción volcánica, además de por la caída del reino budista en Java y la conversión del los locales al Islam.
En el sigo XIX el gobernador británico de Java, Thomas Stamford, fue alertado de la existencia y lo redescubrieron tiempo después. A partir de ese momento la UNESCO estuvo casi 10 años restaurándolo hasta que finalmente en 1991 fue nombrado Patrimonio de la Humanidad.
El templo Borobudur es realmente un Mandala: un mapa del universo cósmico y de la mente humana. Según la filosofía budista llegando a la cima del templo alcanzaremos el Nirvana.
Una curiosidad del templo es que para construirlo se utilizaron más de 2 millones de bloques de piedra. Su estructura consta de 6 plataformas cuadradas y otras 3 circulares, en su punto más alto el templo alcanza los 43 metros. Además tiene más 500 Budas tallados.
El templo fue hecho para recorrerse desde la puerta principal del este y se peregrina como las agujas del reloj hasta llegar a la ultima terraza donde se alcanzaría el Nirvana. Por lo que uno empieza en el mundo cotidiano, y va subiendo en espiral hasta alcanzar el Nirvana y admirar a un Buda completamente descubierto.
Nuestro driver nos busco por el hotel a las 3 de la mañana y tardamos 1 hora en llegar al Borobudur. Una vez que pagamos la entrada, nos dieron una linterna y arrancamos a caminar hacia el templo.
Empezamos a subir las escaleras del templo, sin ver absolutamente nada, solo los pasos que dábamos, pero ya nos entraba una sensación de que estábamos subiendo algo grande. Una vez arriba fuimos guiados por los demás turistas hasta el punto donde se ve el amanecer. Estuvimos sentados ahi un rato esperando que el sol apareciera. Mientras tanto intentábamos ver qué era lo que nos rodeaba. Hasta que empezó a salir el sol, fue increíble ver como todo nuestro alrededor se fue iluminando, las montañas y los volcanes que nos rodeaban, hasta que empezamos descubrir en dónde estábamos sentados.
No tenemos palabras para describir lo se sintió pasar de estar completamente a oscuras en un lugar tan imponente a ir viendo de a poco cada estupa (campana) y todos los Budas.
Una vez de día empezamos a recorrer cada parte de la cima y cada plataforma, sin perdernos nada, estábamos fascinados! Cada tanto parábamos a contemplar la paz y la grandeza del lugar, la naturaleza que lo rodea, los volcanes.
Cuando terminamos de ver y admirar el increíble monumento a Buda nos dirigimos a dónde compramos la entrada a comer un desayuno espectacular que estaba incluido en el precio de la entrada.